El debate por el dinero para el Transmilenio por la Boyacá

Siguen las discusiones sobre cómo financiar la obra en la capital, pues el Distrito ha señalado como prioridad el metro e invertir los recursos de cupo de endeudamiento en él.

El proyecto de presupuesto 2015 deja clara la intención del Distrito de apostarle gran parte del cupo de endeudamiento aprobado por el Concejo a la financiación del metro de Bogotá. De los $3,8 billones que le autorizaron a la administración para obras de infraestructura como la troncal de Transmilenio por la Avenida Boyacá, ahora parece que quedarán en el aire o al menos desfinanciados. La razón: casi el 80% se destinarán a la primera línea del corredor férreo.

El Concejo facultó a la Administración para endeudarse por $3.8 billones, que tenían una destinación específica, y de los cuales $3.3 billones se destinarían a obras para mejorar la movilidad. Sin embargo ahora la administración Petro, en el marco de la discusión del presupuesto de la ciudad para el año 2015, pretende cambiar la destinación de estos recursos y apostarlos todos al Metro. Según la presentación de la Secretaría Distrital de Hacienda sobre cómo se distribuirán los recursos en 2015, parece que la administración dejará de lado la troncal de Transmilenio por la Avenida Boyacá. Un tema que preocupa para muchos si se tiene en cuenta que el sistema de transporte está colapsado por la alta demanda.

Frente a esta decisión, el concejal Antonio Sanguino la calificó de ínadmisible. “Es técnicamente equivocado hacer el Metro en detrimento del Transmilenio, porque sería tanto como mutilar la multimodalidad que es junto con la integración los dos pilares del Sistema Integrado de Transporte Público de la ciudad. Es además atentar contra la hasta ahora única experiencia de transporte público eficiente y moderno de Bogotá y uno de sus símbolos ante el país y el mundo. Y viola la destinación que el Concejo y la Administración acordaron para el cupo de endeudamiento aprobado en el 2013”, indicó.

Por su parte Juan Pablo Bocarejo, experto en transporte, también critica la decisión del Distrito de desviar recursos que estaban asignados para obras igual de importantes para Bogotá. Según el académico, “es un gran error empezar a sacrificar todos los demás proyectos importantes de la ciudad. Se requiere estructurar financiación de todo el sistema”.

Carlos Pardo, investigador de movilidad, señala que no tiene sentido eliminar proyectos como el de Transmilenio por la Avenida Boyacá, cuando hay otras formas de garantizar la financiación. “Hay que ser creativo y buscar la plata donde está. El sector inmobiliario puede dar gran parte de los recursos que se necesitan para esta obra, pero si se hace bien. No se trata de pedirles que construyan cada estación por separado, sino planear un esquema integral”.

En octubre pasado, cuando este diario consultó a Miguel Uribe, presidente del Concejo de Bogotá, para el artículo “las cuentas que no cuadran para el metro”, el concejal señaló que si bien cree que el Distrito podría destinar esos recursos en cualquier tipo de obras de movilidad, una actuación responsable sería respetar los compromisos adquiridos cuando pidió que le aprobaran el cupo de endeudamiento.

Por ahora, el debate está abierto sobre si se debe sacrificar la expansión de Transmilenio por apostarle todo al metro. El Distrito dice que los recursos están en Transmilenio y que dependiendo de las negociaciones con la Nación sobre cómo financiar el metro, se decidirá usarlos o no para esta línea férrea.

Este martes en el Foro de Renovación Urbana alrededor de las estaciones del Metro, organizado por la Cámara de Comercio, expertos en el tema como Gregor Wessels recomendaron que la ciudad use mecanismos como la creación de valor, que permite conseguir dinero con desarrollos inmobiliarios y recaudarlo antes de la construcción de la línea férrea. 

El Espectador.

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