En un mes, nueva edición de la feria de El Rastrillo

Asociación Nuevo Futuro de Colombia, que atiende a niños en La Calera, se financia con esta feria.

Cuando Camila* se acerca a la cocina, a sus compañeros se les hace agua la boca. Su pizza es famosa en los hogares de la Asociación Nuevo Futuro de Colombia, que durante 23 años ha sido el hogar de más de 2.000 niños provenientes del Icbf, y que se sostiene gracias a la tradicional feria anual El Rastrillo.

Este año, El Rastrillo se realizará entre el 26 y el 30 de noviembre en el Museo de El Chicó.

La adolescente lleva año y medio en Nuevo Futuro –ubicada en el municipio de La Calera– y se confiesa apasionada por la gastronomía. Ya sabe preparar arroces y ensaladas, pero su reto es lograr su plato favorito: la bandeja paisa.

Para conseguirlo se capacita en un curso de cocina básica que brinda la Asociación a través del Sena. Es el primer paso para su objetivo de estudiar gastronomía.

Y sabe que puede lograrlo para seguir los pasos de Julián*, que a sus 20 años cursa tercer semestre de administración logística, con el apoyo de la Asociación. (Vea en imágenes: La obra social que se financia con El Rastrillo)

“Uno a esta edad piensa que está solo, que vienen muchas responsabilidades, pero me he sentido acompañado. Si me falta algo, si necesito algo, ellos me escuchan y me ayudan a buscar solución”, dice el joven.

La formación integral de niños y jóvenes es el pilar de la Asociación Nuevo Futuro de Colombia y por eso, además de gastronomía, tiene talleres de marroquinería, panadería, arte, música y deporte.

Todo parte de un modelo alternativo de familia, liderado por dos formadores que hacen el papel de padre y madre, con 15 o 16 niños en cada uno de los seis hogares.

“Nuestro papel de papás y mamás sustitutos es velar por ellos en su cuidado, su hospitalidad y su atención en alimentación y salud”, explica Alfredo Gutiérrez Rincón, formador del hogar La Calera.

Este año, la Asociación estrenó un moderno y completo polideportivo, donado por la Fundación Luis Carlos Sarmiento Angulo, en el que niños y jóvenes juegan y se forman en disciplinas como baloncesto, fútbol y voleibol.

Fanny Gutiérrez de Sarmiento, presidenta de la Asociación, destacó que este espacio complementa las necesidades de los jóvenes para lograr un desarrollo íntegro. En el último año, el trabajo de la institución, que a la fecha atiende 86 niños y jóvenes entre los 7 y los 18 años, se ha enfocado en la actividad académica.

La presidenta recuerda que la fundación llegó al país por Cecilia Santamaría de Cárdenas y destaca que tiene “una junta directiva muy entregada”.

Mientras la Asociación ultima detalles para la nueva feria de El Rastrillo, los seis hogares son decorados para la celebración del tradicional Halloween. Los niños y jóvenes pasan estos días entre telarañas, calabazas, fantasmas y murciélagos.

En el hogar El Polo, la entrada parece un pasadizo secreto hacia una casa del terror. Allí funciona El Ropero, un espacio que no tiene nada que envidiarle a una boutique, con sastres, camisas, trajes, corbatas, bufandas, bolsos y collares. Se trata de donaciones, con la que se busca recoger dinero para la Asociación.

También se roba las miradas la Cueva del Arte, que se esconde como una especie de sótano bajo el hogar Salitre 2, donde cada habitación está marcada con un valor y donde los niños pintan sobre madera las piezas que ofrecerán en El Rastrillo.

Hacen paisajes, mariposas y caballos en las bandejas en las que se llevará la comida, las alcancías y los portavasos durante la nueva edición de la feria de El Rastrillo.

Una feria con sentido social

Maletas, baúles y piezas de madera decoradas con la magia de los niños y jóvenes de la Asociación Nuevo Futuro de Colombia son algunas piezas que encontrarán los visitantes a la feria El Rastrillo, que tendrá 115 ‘stands’.

*Nombres cambiados

EL TIEMPO

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