Discrepancias en el Distrito por el modelo de aseo.

Acueducto busca un esquema mixto, con 50 por ciento de la ciudad para Aguas de Bogotá.

El modelo de aseo por el que se inclina ahora parte de la Administración Distrital y que se viene discutiendo para que sea aplicado en Bogotá, al menos para los próximos 8 años, sería mixto. Es decir, con un operador público que tendría a cargo unas localidades, y ahí estaría la Empresa de Acueducto, Alcantarillado y Aseo de Bogotá (EAB), a través de su filial Aguas de Bogotá.

Otra parte de la capital estaría cubierta por los concesionarios privados, que harían la recolección de basuras, barrido y limpieza (RBL) en las llamadas áreas de servicio exclusivo (ASE) – algo parecido a como se hace actualmente–, pero esas zonas serían adjudicadas por el Distrito mediante licitación.

El esquema de reciclaje, que debe funcionar paralelamente al de la recolección de basuras y debe incluir a los recicladores, como ordenó la Corte Constitucional, sería manejado directamente por la Unidad Administrativa Especial de Servicios Públicos (Uaesp).

EL TIEMPO conoció que, en el último semestre, funcionarios de la Uaesp, el Acueducto y la Superintendencia de Servicios Públicos han discutido el modelo, que solo se puede mover en tres escenarios permitidos por la ley de Servicios Públicos.

El primer escenario es el de un mercado de libre competencia, donde ninguna empresa de servicios públicos domiciliarios puede impedir que otra opere; el segundo es el del aseo con las áreas de servicio exclusivo, entregadas por licitación y avaladas por la Comisión de Regulación de Agua Potable (CRA); y el tercero es aquel en el que solo presta el servicio el operador público, pero requiere previamente el visto bueno de la Superservicios.

La Uaesp, por el momento, prefiere la opción de que haya licitación y las áreas de servicio exclusivo se adjudiquen a quienes pujen en el proceso, en el que participarían el operador público (Acueducto) y los privados.

De hecho, en la Unidad han trabajado internamente en la estructuración de una licitación que divide a la ciudad en seis zonas (o ASE), que se adjudicarían a los concesionarios por 8 años. La entidad respalda este proceso con el argumento de que el Decreto 564 del 2012 –que el alcalde Gustavo Petro expidió para poner en marcha el modelo “transitorio” que hoy tiene Bogotá– fijó que habrá licitación para contratar el servicio en toda la ciudad.

En cuanto al esquema de reciclaje, la Uaesp ha propuesto que las organizaciones de recicladores autorizados (ORA) cubran las rutas de transporte y aprovechamiento del material seleccionado, y la recolección del reciclaje se efectúe en un día distinto de aquel en que las empresas recogen la basura.

La parte del modelo mixto

Por el contrario, el Acueducto prefiere un sistema combinado o mixto: que la mitad de la ciudad quede en un mercado de libre competencia, donde operaría Aguas de Bogotá. El otro 50 por ciento del Distrito sería atendido por las firmas privadas que ganen la licitación.

Esa posición, que empieza a tener seguidores dentro de la Administración, quizás obedezca al hecho de que Aguas de Bogotá cubre el 52 por ciento del territorio y recoge 3.300 toneladas diarias de basuras en promedio. Algo más de la mitad de las 6.400 que, en total, la población genera en la ciudad.

Este operador público, con 2.700 trabajadores y 203 equipos para recolección (entre compactadores, cargadores y volquetas), atiende 12 localidades: Rafael Uribe, Usme, Antonio Nariño, San Cristóbal, Mártires, Candelaria, Santa Fe, Teusaquillo, Chapinero, Barrios Unidos, Fontibón y Engativá.

La propuesta del modelo mixto se sustenta en el argumento de que Aguas de Bogotá ya ha ganado experiencia y terreno en la prestación del servicio, y con ese esquema combinado se asegura la recolección en una parte del territorio. Así no quedarían cesantes trabajadores ni equipos, después de las multimillonarias inversiones que se han hecho.

En cuanto al reciclaje, Aguas de Bogotá podría asumir parte de esta operación, pero la reglamentación, responsabilidad del manejo y pago a los recicladores seguirían en manos de la Uaesp.

Cada uno de los modelos de aseo se han planteado en las reuniones del Distrito con ventajas y desventajas. Pero crece la corriente que quiere mostrarle a Petro que esa fórmula mixta es la mejor para la ciudad.

La apelación

El esquema combinado, según los que están de acuerdo con él, se ajustaría a lo que pidió la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC) en su resolución sancionatoria de abril pasado, que exige adecuar el modelo de aseo de Bogotá a los esquemas permitidos por la Ley 142 de Servicios Públicos, donde el Acueducto ya no tendría posición dominante. También le daría gusto a Petro, que creó el operador público.

Sin embargo, no se ha avanzado más en el desarrollo del modelo mixto, a la espera de qué resuelve la SIC frente a la apelación que hizo el Distrito de la resolución sancionatoria y si acepta el año de plazo que pidió la Administración para estructurar el nuevo esquema.

Además, porque la Uaesp sigue considerando que mientras la CRA no reglamente el aprovechamiento o reciclaje, difícilmente podrá sacar una licitación sin saber ese marco regulatorio, ante el riesgo de que al final no haya cierre financiero del esquema de aseo, sea mixto o no, y las empresas que participen en el proceso terminen luego quebradas.

Contratación para reciclaje, en el 2015

El Distrito tiene como plan desarrollar el esquema de reciclaje y aprovechamiento de residuos (AR) en tres fases. La primera termina en enero del 2015 y en ella se definen las reglas de juego con los recicladores. En la segunda, de febrero del 2015 a diciembre del 2016, se prevé que las organizaciones de recicladores (ORA) firmen los contratos del servicio con un operador público (sería Aguas de Bogotá). Y la tercera es para que las ORA participen en la licitación de reciclaje, en el 2019.

El Tiempo.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Follow by Email
Telegram
WhatsApp