Empresas locales alistan contraataque por Isagén

Los empresarios colombianos que se mostraron interesados en participar en la subasta del 57,66 por ciento que el Estado tiene en la generadora eléctrica Isagén están de fiesta. El inesperado anuncio del Gobierno de aplazar hasta por un año el martillo, que iba a sonar el próximo 22 de agosto, reabre las aspiraciones, inclusive, para los que habían desistido del negocio por considerar que el precio era alto.

 

El Grupo Argos, uno de los pesos pesados en la puja, fue el más sincero. Se retiró porque el activo –según dijeron– era muy caro, en comparación con las condiciones de rentabilidad que ofrecía en ese momento (el precio se pasó de 2.800 a 3.100 pesos, tras las críticas de que la primera cifra era muy baja).

 

Luego del nuevo plazo, el presidente de Celsia (filial de Argos), Juan Guillermo Londoño, no descartó su regreso. “Depende de las condiciones en las que salga la nueva convocatoria que haga el Gobierno”. (Lea también: Venta de Isagén fue aplazada por dudas de interesados).

En la misma tónica está Juan Esteban Calle, gerente General de Empresas Públicas de Medellín (EPM), que ya tiene parte de las acciones de Isagén y están en la lista de precalificados. “EPM estará atenta a las decisiones del Gobierno en relación con Isagén, y en su momento evaluará sus opciones estratégicas buscando proteger el patrimonio público que tiene invertido en dicha empresa, y el mejor futuro para Isagén”. (Lea también: EPM busca herramienta para ser jugador clave en la subasta de Isagén).

Sandra Fonseca, presidenta de la Empresa de Energía de Bogotá (EEB), otra de las precalificadas que juega como local en la aspiración, señala que ellos mismos le enviaron una carta al Ministerio de Hacienda, pidiendo el ajuste al cronograma de venta. “Queremos habilitar nuestra participación. Para ello, se requiere el tiempo suficiente para lograr que los posicionamientos de la Superintendencia de Industria y Comercio sean correspondientes con las reglas de la Comisión de Energía y Gas (Creg), que regula el mercado mayorista de energía en el país. Seguimos pensando que podríamos ser los que hagan la mejor oferta”, indicó.

Tras bambalinas

El Gobierno justificó el aplazamiento de la subasta, no solo porque quería darle otra oportunidad a las empresas colombianas, sino porque –según dijo el ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas– las cuatro compañías extranjeras interesadas no tenían listo el papeleo necesario, en especial, la póliza de cumplimiento del contrato, por 50 millones de dólares ($ 94.000 millones), que se exige en un negocio de 5 billones de pesos, cifra base para la subasta.

Cárdenas también argumentó que el atraso en el llenado de la hidroeléctrica Sogamoso estaba generando incertidumbre, lo que –sumado al temor por obtener un seguro caro, sin la certeza de que el negocio pudiera llegar a feliz término– aumentaba el riesgo de que no se presentaran todos los esperados.

No obstante, una fuente cercana a Isagén señaló que “no ha habido inconvenientes con los seguros, las razones fueron otras”.

Indicó que “aunque el Gobierno, de la mano de una banca de inversión, definió el precio, cuando la contralora Sandra Morelli, dijo que este era muy bajo, lo elevaron, lo que envió una muy mala señal al mercado”.

El vicepresidente Germán Vargas estima que “adquirir Isagén al precio valorado no despertó gran interés”.

Para la fuente de Isagén, los participantes en la licitación se desanimaron con el cúmulo de tutelas y demandas, lo que “crea una sensación de inseguridad jurídica e inestabilidad en las reglas de juego. Desde el punto de vista financiero, las consecuencias son delicadas”.

Además, agregó que “resulta poco creíble que, tras decir que la operación era fundamental para financiar las vías 4G, ahora que se suspende diga que esto no afecta el desarrollo de las obras”

Pesó lo político

Para el abogado José R. Acosta sí influyó lo que el ministro Cárdenas ha negado con vehemencia: lo político. “El Gobierno no tuvo voluntad para afrontar un debate con la oposición, incluso de su propia bancada”.

Según Acosta, “el Gobierno se dio cuenta de que tenía 52 de 102 senadores en contra”.

Los que jugarían como local

El costo de la póliza es importante, pero quien participa tiene que estar dispuesto. El tema clave era si había condiciones justas para la competencia.
Sandra Fonseca
Presidenta de EEB

Isagén tiene extraordinarios activos. Es nuestra obligación, en el momento en que se vuelva a abrir otra oportunidad, estudiarla con interés.
Juan Guillermo Londoño
Presidente de Celsia

Uno de los impedimentos para EPM son los límites de la Creg. Pedimos equilibrio y coherencia en la regulación procompetencia para todos los sectores.

Juan Esteban Calle
Gerente general EPM

Varios intentos

Para muchos Isagén es una de las joyas de la corona dentro de las pocas empresas estatales que quedan. La idea de salir de este activo ha sido un intento fallido en varias oportunidades. Inclusive, desde el gobierno de Andrés Pastrana, en el 2000, sonó la idea. 

En el 2007, el entonces presidente Álvaro Uribe, que hoy desde el Congreso es un fuerte oponente a esta venta, privatizó el 19,2 % de las acciones, a $ 1.130 por acción, lo que fue catalogado como mal negocio, pues dos meses después, cada una se cotizaba a $ 2.000. Hace un año, el presidente Juan Manuel Santos trata de hacer la subasta, con el argumento de que se requieren los $ 5 billones que se obtendrán en la misma, para desarrollar la infraestructura. Pero la venta sigue envuelta en líos jurídicos.

EL TIEMPO

 

 

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